Mi pasión como escultor fallero empezó desde pequeño, y con el tiempo descubrí que el modelado y la escultura eran algo más que una vocación: eran mi lenguaje.
Como escultor fallero, dedico cada jornada a transformar ideas en figuras que emocionan. Desde los primeros bocetos hasta el acabado final, cuido cada detalle con precisión y dedicación. Me inspiro en la tradición, pero también en el presente, combinando técnicas artesanales con recursos digitales que permiten dar vida a escenas únicas, expresivas y llenas de personalidad. Cada monumento es una oportunidad para contar una historia visual, conectar con el espectador y representar los valores de nuestra cultura festiva. Mi objetivo es que cada pieza no sólo adorne una plaza, sino que deje una huella duradera en la memoria de quienes la contemplan.
Cada creación cuenta una historia. Desde monumentos premiados hasta escenas con fuerte carga simbólica, estas obras reflejan el estilo y evolución de mi trabajo como creador fallero y diseñador escenográfico
